Consejos para disfrutar de un verano saludable

El verano es para salir, viajar, compartir… Pero también es importante no descuidar ciertos aspectos. Te contamos cómo tener un verano saludable sin perderte ni un plan.

Con la llegada de las buenas temperaturas nos apetece pasar más tiempo fuera, incluso practicar más deporte. El problema surge cuando no estamos acostumbrados y forzamos nuestro cuerpo. Cuidarnos empieza por no cometer excesos.

 

Verano saludable: nos cuidamos para disfrutar

Disfrutar a tope del verano requiere cuidarnos. Si nuestra salud no está a punto, nos perderemos muchos planes… ¡y no queremos que eso suceda!

Descuidar la alimentación, no protegerse correctamente del sol o aumentar el ritmo deportivo sin progresión, son algunos de los riesgos que pueden empeorar nuestro estado de salud.

A los clásicos veraniegos del helado, el chiringuito y la colchoneta en la piscina, este año vamos a sumarle otros clásicos saludables. Toma nota.

 

Esto es lo que puedes hacer para tener un verano saludable

  • Mantente hidratado: bebe agua de manera constante y regular, no te olvides. Mantenerte hidratado es importante para evitar golpes de calor, pero también para que tu cuerpo pueda realizar sus funciones. Recuerda además que las bebidas más frías no son las que mejor quitan la sed.
  • Utiliza el protector solar de forma adecuada: bañarse en crema antes de salir de casa y no aplicarla más no sirve de mucho. Entiende cómo funciona el protector que utilizas, qué significa ese filtro, si es necesario complementarlo con algo, etc.
  • Cuidado con las picaduras: el verano nos gusta a todos, incluidos a los bichos, y a los bichos les gustamos nosotros. Aprende a diferenciar las picaduras para saber cómo tratarlas y cómo protegerte si tienes alergia.
  • Evita los golpes de calor: busca sombra, refréscate, viste ropa ligera, bebe agua, descansa, etc. Y, si puedes, evita las horas de más calor para salir a la calle. Por supuesto, durante esas horas no practiques deporte al aire libre ni te tumbes a tomar el sol, puede ser muy peligroso.
  • Precauciones en el baño: además de seguir las recomendaciones de los socorristas y tener mucho cuidado cuando te sumerjas, es importante que tras la playa y la piscina te des una ducha. En estos espacios compartidos los contagios son fáciles. Recuerda también cambiarte si la ropa está húmeda para evitar infecciones de orina. ¡Y seca tus oídos para evitar la otitis!
  • Calor y salud gastrointestinal: refrigerar correctamente los alimentos, respetar la cadena de frío, no exponerlos al calor durante largos periodos de tiempo,  mantenernos hidratados, etc., puede ayudarnos a no contraer virus estomacales o gastroenteritis. Recuerda que también es muy importante lavarse las manos antes de cada comida para evitar contagios.
  • No descuides la alimentación: en verano pasamos más tiempo fuera de casa, consumimos más helados, refrescos, batidos, etc. Alimentos que llevan mucha azúcar y que pueden ser perjudiciales. Es importante mantener una dieta equilibrada y respetar los horarios de comida habituales.
  • Haz deporte progresivamente: hacer ejercicio es muy saludable, pero si habitualmente no practicas deporte, comienza entonces de manera progresiva. En verano nos apetece más incorporar alguna práctica deportiva, pero hacerlo de golpe nos convierte en más propensos a lesionarnos. Hazlo con cuidado para disfrutarlo.

 

El verano saludable es una mezcla de varios aspectos que contribuyen a que nos encontremos bien y podamos exprimir las vacaciones al máximo.

Recuerda mantener una dieta equilibrada, utilizar protección solar y practicar deporte de manera progresiva y sin olvidar hidratarte en todo momento. Con estos sencillos consejos te mantendrás sano y listo para tener un verano maravilloso.