Desde que Gutenberg inventó la imprenta hasta ahora, el sector ha evolucionado mucho. Elegir el mejor método para imprimir puede ser complicado por la multitud de opciones disponibles.
Un buen ejemplo son las máquinas offset, que comenzaron utilizando placas de metal recubiertas con una película fotosensible que se preparaba a mano. Actualmente utilizan placas generadas por sistemas computer-to-plate que eliminan el proceso químico y manual.
¿Cómo elegir el mejor método para imprimir?
Decantarse por un método u otro depende de lo que necesitemos imprimir, la calidad, los colores, la cantidad.. Son muchos los factores que vas a influir en esta decisión.
- Tiempo de producción: la impresión UV y la láser son más rápidas que otros métodos.
- Material: dependiendo del tipo de material, elegiremos un método u otro, pues algunos son mejores para papel y otros para textiles, por ejemplo.
- Calidad: si lo que buscamos son gráficos de alta calidad o fotografías, el método Inkjet suele ser el más adecuado.
- Cantidad: el volumen de producción también es un factor decisivo. Si queremos una buena relación calidad-precio en grandes volúmenes, la impresión láser digital offset es perfecta.
- Coste: es importante tener en mente el gasto global que incluye tinta, mantenimiento, etc.
Las máquinas de impresión digital son cada vez más precisas, más rápidas y reproducen más fielmente los colores de las imágenes. Esto supone un avance absoluto para un sector que mantiene una demanda constante.
Diferencias entre los distintos métodos de impresión
Además de las consideraciones previas, vamos a analizar cada método para imprimir de manera independiente. Conocer sus características nos permitirá determinar cuál es el más adecuado para el trabajo que necesitamos.
- Offset: actualmente este método combina el offset tradicional con la impresión digital. Es ideal para tiradas medias y grandes y necesita menos tiempo de preparación que el offset antiguo. El problema es que el precio no compensa para tiradas cortas y tampoco son adecuadas para materiales poco comunes.
- Inkjet: su calidad de imagen es alta y permite imprimir en materiales muy diferentes (papel, tela, vinilos…). Es ideal para personalizar y producir tiradas cortas. Sin embargo, es más lenta que otros métodos y los costes pueden ser elevados.
- Láser: es un método rápido, ideal para grandes volúmenes y que ofrece una buena calidad para textos y gráficos. Lo que ocurre es que es más limitado en los tipos de materiales y la calidad para foto no es tan alta como la del Inkjet.
- UV: seca al instante con luz ultravioleta, es decir, su producción es más rápida. Permite muchos materiales, incluso rígidos y flexibles. Su impresión resiste a la decoloración, pero es cierto que resulta más costosa que la de otros métodos.
- Por sublimación: es ideal para textiles y materiales tratados cuando queremos colores vibrantes y duraderos. Es perfecta para camisetas y tazas, pero no es adecuada para papel común.
Entonces, ¿cuál de estos métodos es mejor?
Pues el mejor es aquel método que se adecúe al tipo de material, volumen de impresión, calidad que precisas y presupuesto.
En resumen podríamos decir que:
- Si lo que buscas es un método para imprimir tiradas cortas y personalizadas, Inkjet es el ideal para ti por su calidad y versatilidad.
- Si quieres una buena combinación de calidad y velocidad para tiradas medias y grandes, la impresión offset digital es la ideal para ti.
- Si prefieres velocidad y eficiencia para grandes tiradas, la impresión láser es tu aliada.
- Si buscas colores vibrantes y duraderos, perfectos para personalizar textiles y otros materiales, la impresión por sublimación será el método perfecto.
- Y si lo que quieres es una producción rápida que resista bien al desgaste, la impresión UV es el método que estás buscando.
Además existen otros métodos como la impresión 3D que ha llegado para revolucionar multitud de sectores, desde el médico hasta el automovilístico pasando por el textil.
Por supuesto, gracias a esta evolución, las impresoras son cada vez más accesibles y, aunque las domésticas no igualan la calidad de las profesionales, contribuyen a un ahorro significativo en la economía del hogar cuando necesitamos impresiones esporádicas.