El Mindfulness como herramienta para combatir la ansiedad

En estos tiempos tan digitales en los que vivimos, permanecer concentrado durante mucho tiempo resulta misión imposible. ¿Cuántas veces miras tu teléfono móvil aunque no hayas recibido ninguna notificación? Seguro que demasiadas…

De hecho, según las estadísticas realizadas por varios estudios de salud mental, el tiempo máximo que somos capaces de prestar plena atención a lo que nos traemos entre manos es de 11 minutos. Pasado este tiempo, o algo o alguien nos interrumpe, o son nuestros propios pensamientos que se van por otros derroteros los que nos desconcentran de nuestra tarea. Como dice Gabriel García de Oro en este artículo, “no estamos acostumbrados a estar presentes en el presente”.

¿Cómo nos afectan las distracciones actuales?

Nuestra mente vive en un constante estado de distracción o atención parcial que aunque en sí mismo podría afectarnos sólo en términos de “productividad”, está dando lugar a la generación de episodios de estrés y ansiedad, especialmente con la llegada de las nuevas tecnologías y la inmediatez que estas han impuesto.

Es el resultado de vernos desbordados ante la incapacidad de “estar plenamente a todo”, algo que nos produce una sensación de agobio que puede dar lugar a un trastorno patológico de ansiedad. Y en este escenario es donde entra en juego el Mindfulness, una de las herramientas más efectivas que existen para combatir y controlar los problemas derivados de esta múltiple atención en la que hemos caído.

¿Qué es el Mindfulness?

El Mindfulness es una práctica de meditación de origen budista que cuenta con muchos años de antigüedad, si bien es cierto que hace relativamente poco que se ha asentado en la cultura occidental, principalmente para tratar problemas asociados al dolor crónico y a los cuadros de estrés y ansiedad.

El principio en el que se basa el Mindfulness, también denominado “atención plena” o “plena conciencia”, es que no podemos vivir plenamente si carecemos de la capacidad de hacerlo en el presente.

Lo más probable es que tú mismo tengas la sensación de controlar totalmente tu capacidad de atención pero lo cierto es que, en la mayoría de los momentos del día, estás atendiendo a pensamientos relacionados con el pasado o con el futuro, prestando atención a solo una pequeñísima parte de lo te está sucediendo en el presente.

Las técnicas de Mindfulness están orientadas precisamente a eso, a reconocer lo que está pasando ahora, teniendo una actitud activa con el fluir de la experiencia tal cual nos está viniendo y sin perdernos en pensamientos relacionados con nuestro pasado o nuestro futuro.

¿Qué beneficios aporta el Mindfulness?

Resulta fundamental poder abordar los problemas de ansiedad mediante una terapia psicológica en la que se identifiquen las causas de esa ansiedad para aprender a combatirla y evitar que se cronifique o dé lugar a decaimientos de ánimo y autoestima. Y para conseguirlo, cada vez hay más personas que acuden a las técnicas básicas del Mindfulness, ya que entre otros beneficios, esta meditación permite:

  • Reducir los estados de ansiedad
  • Fomentar la creatividad
  • Valorar nuestra vida y ser más empáticos con nosotros mismos
  • Analizar las situaciones cotidianas con mayor claridad
  • Aumentar la resistencia emocional
  • Disfrutar más plenamente de lo que está ocurriendo

 

Practicar Mindfulness supone poner en práctica una serie de ejercicios que aunque pueden parecer sencillos, te ayudarán a conectar contigo mismo y entrenar tu capacidad de concentración presente.

Aunque también es importante destacar que, si los estados de ansiedad no cesan, son más intensos o constantes, acudir a un equipo profesional es la mejor manera de evitar que esto vaya a más, como ya te hemos contado en este artículo publicado en nuestro blog. De hecho, en muchos centros psicológicos que siguen diferentes escuelas, el Mindfulness se ha colado como un complemento muy eficaz en terapias que siguen pacientes que sufren este problema. Y tú, ¿has practicado Mindfulness en alguna ocasión?