Alimentación durante el coronavirus

Vivimos momentos difíciles. Realmente duros desde el punto de vista social, económico y también de la salud. La pandemia por COVID-19 nos afecta a absolutamente todos, recluyéndonos en nuestros hogares y privándonos temporalmente de una vida fuera de él. Esto provoca que nos tengamos que replantear muchas de nuestras rutinas, como por ejemplo cómo debe ser la alimentación durante el coronavirus. ¿Hay que modificarla? ¿Qué tengo que vigilar, potenciar o directamente evitar?

La Academia Española de Nutrición y Dietética ha hecho públicas varias recomendaciones sobre este hecho. Unos apuntes interesantes que están enfocados a la realización de una compra ordenada de alimentos y bebidas o a ofrecer unas pautas de nutrición saludables y que puedan paliar incluso síntomas de fiebre o problemas respiratorios.

Así, por ejemplo, la primera recomendación pasa por mantener una correcta hidratación, independientemente que sintamos o no sensación de sed. Este hecho cobra todavía más relevancia cuando hablamos de personas mayores. El agua es fuente de vida siempre. Hoy en día, este aspecto cobra todavía más relevancia.

La segunda recomendación sobre alimentación durante el coronavirus es la de no dejar de lado la fruta y la verdura. De hecho, estamos ante dos tipos de alimentos fundamentales en cualquier dieta según la absoluta totalidad de los especialistas en nutrición. Recuerda: tres raciones de fruta y dos de hortalizas cada día.

Además, siempre que sea posible, es altamente recomendable que escojas el consumo de cereales integrales procedentes de grano entero. Pan, pasta o arroz son algunas de las alternativas integrales con las que deberíamos contar en nuestro hogar.

Pequeñas pautas de alimentación durante el coronavirus

Junto a los tres grandes pilares de la alimentación durante el aislamiento que ya os hemos dado, hay otras pequeñas pautas que nos ayudarán a mantener una rutina ordenada y saludable en lo que respecta a nuestra alimentación. El primer ejemplo que vamos a daros es el de apostar por lácteos bajos en grasa.

Sin olvidar, claro está, restringir o moderar el consumo de alimentos de origen animal. En este punto hemos de saber que la carne roja, principalmente la de ternera, cordero o cerdo, debe ser consumida una vez a la semana como máximo, primando por encima de ella otras clases como pollo pavo o conejo. Los embutidos, fiambres o carnes grasas deben ser eliminados de nuestra dieta en la medida de lo posible.

En cambio, el pescado sí que está recomendado en nuestra alimentación durante el coronavirus. Lo adecuado serán dos o tres raciones semanales. Cuatro sería el máximo y siempre primando los pescados blancos sobre los azules.

Además, entre estas pautas de alimentación no podemos olvidar el consumo de frutos secos, semillas y aceite de oliva. Recuerda, eso sí, que deben ser naturales o tostados (nunca fritos ni endulzados o salados).

En último lugar, no podíamos pasar por alto una recomendación fundamental en la alimentación durante el aislamiento por coronavirus y que debemos llevar a rajatabla: evita los alimentos precocinados y la comida rápida. Son muchas las razones que nos deben empujar a esto, principalmente esquivar su elevada densidad energética, sus grasas o sus azúcares.