Higiene del sueño: garantiza así el descanso que te mereces.

En un mundo donde las prisas dominan nuestras vidas, tendemos a sacrificar el sueño en favor de otras prioridades, aunque la mayoría de veces esas “prioridades” sean ver una serie o seguir enganchados al teléfono.

Sin embargo, dormir no es un lujo, sino una necesidad vital para el cuerpo y la mente. No basta con dormir: es fundamental que ese descanso sea bueno y reparador para que contribuya a nuestro bienestar y a nuestra salud general. Aquí es donde entra en juego la higiene del sueño, un conjunto de hábitos que promueven un descanso de calidad. Te contamos más ahora.

Relación entre sueño y salud

El sueño es mucho más que un momento de desconexión. Durante las horas de descanso, el cuerpo lleva a cabo procesos cruciales: se consolidan aprendizajes, se reparan tejidos y se regula el sistema inmunológico. 

Un sueño insuficiente o de mala calidad puede incrementar el riesgo de padecer enfermedades como hipertensión, obesidad, diabetes y trastornos mentales como ansiedad o depresión. Además, afecta directamente la capacidad de concentración, el estado de ánimo y el rendimiento diario.

Estudios realizados por instituciones como la National Sleep Foundation indican que los adultos deben dormir entre 7 y 9 horas cada noche. Sin embargo, no solo importa la cantidad, sino también la calidad del sueño. Aquí es donde la higiene del sueño juega un papel crucial.

¿Qué es la higiene del sueño?

La higiene del sueño hace referencia a las prácticas y los hábitos que contribuyen a establecer y mantener un patrón de sueño saludable. Esto incluye tanto las actividades realizadas antes de dormir como las condiciones del entorno en el que se descansa.

El concepto es respaldado por especialistas en medicina del sueño, quienes subrayan que ciertos hábitos, como el uso excesivo de dispositivos electrónicos o el consumo de cafeína en horas tardías, pueden alterar los ritmos circadianos y dificultar un sueño reparador. Aplicar técnicas de higiene del sueño es una estrategia efectiva para prevenir problemas como el insomnio y mejorar la calidad de vida.

Consejos para una buena higiene del sueño

A continuación, te contamos algunos gestos clave para mejorar la higiene del sueño y lograr un descanso reparador:

1.- Establece horarios regulares

Acostarse y levantarse a la misma hora todos los días, incluso los fines de semana, ayuda a regular el reloj interno y facilita un sueño más profundo y reparador.

2.- Crea un entorno ideal para dormir

La habitación debe ser un lugar tranquilo, oscuro y fresco. Invierte en un colchón y almohadas cómodos, y reduce el ruido y las distracciones visuales.

3.- Evita dispositivos electrónicos antes de dormir

La luz azul emitida por pantallas de teléfonos, tabletas y televisores inhibe la producción de melatonina, una hormona clave para el sueño. Se recomienda desconectar estos dispositivos al menos una hora antes de acostarse.

4.- Establece una rutina relajante antes de dormir

Leer un libro, meditar o tomar un baño tibio o una bebida caliente pueden ayudar a preparar el cuerpo y la mente para el descanso.

5.- Controla la ingesta de alimentos y bebidas

Evita comidas copiosas, cafeína y alcohol en las horas previas al sueño. Estos pueden interferir con la capacidad del cuerpo para entrar en fases profundas del sueño.

6.- Haz ejercicio, pero no demasiado tarde

La actividad física regular mejora la calidad del sueño, pero debe realizarse al menos tres horas antes de acostarse para evitar que el cuerpo esté demasiado activo en el momento de dormir.

7.- Limita las siestas durante el día

Si bien una siesta corta puede ser reparadora, exceder los 30 minutos o dormir muy tarde puede dificultar el sueño nocturno.

8.- Gestiona el estrés

El estrés es uno de los principales enemigos de la higiene del sueño. Técnicas como la respiración profunda, la meditación o llevar un diario de gratitud pueden ayudar a reducir la tensión acumulada.

 

Cuidar de la higiene del sueño es un gesto de autocuidado esencial en la vida moderna. Más allá de ser una moda o un lujo, garantizar un descanso adecuado es una inversión directa en salud física y mental. Implementar estos hábitos puede marcar la diferencia entre una noche inquieta y un sueño reparador que te permita enfrentar cada día con energía. ¿Estás listo para priorizar tu descanso? Tu cuerpo y mente lo agradecerán.